ECOSISTEMAS AMENAZADOS EN COLOMBIA, una mirada rápida al deterioro ambiental
“El ser humano ascendió a la cima tan rápido que los ecosistemas, con sus especies de flora y fauna, no tuvieron tiempo para adaptarse.” Harari
Antes que nada recordemos lo afortunados que somos, Colombia tiene la particularidad de presentar una extraordinaria heterogeneidad de ecosistemas, 81 tipos para ser precisos, en nuestro país encontramos desde desiertos y sabanas hasta bosques tropicales secos o muy húmedos, además de montañas cubiertas de páramos. Esta alta diversidad de ecosistemas ha producido una riqueza increíble de especies, muchas de ellas únicas en el planeta; pero ese es justamente nuestro talón de aquiles, la gran diversidad de ecosistemas, nos hace muy susceptibles a la pérdida y extinción de biodiversidad por procesos de eliminación (deforestación) y fragmentación.
Ya sabemos que las últimas décadas han estado marcadas por la degradación ambiental, no es ningún secreto, en consecuencia y para valorar el nivel de impacto de estos procesos de transformación la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) desarrolló una herramienta llamada Lista Roja de los Ecosistemas Terrestres, que permite evaluar de manera objetiva y estandarizada el estado de los ecosistemas como representación del nivel de degradación ambiental. Gracias a esto, ahora sabemos que de los 81 ecosistemas que existen en Colombia, casi la mitad presentan condiciones que amenazan su integridad y por consiguiente también su capacidad de proveer beneficios a la sociedad, 27% se encuentran en peligro crítico y 17% en peligro.
A pesar del deterioro de las últimas décadas, más de la mitad del área continental de Colombia está aún cubierta por bosques, lo que explica por qué el país es aún potencia ambiental global, qué fortuna ser colombiano, ¿no creen? lástima la corrupción, la violencia y la desigualdad (sentimientos encontrados mode on). Importante resaltar que los bosques tienen, aparte de la especie humana misma, la más grande influencia en la estructura y funcionamiento del hábitat humano, y por si eso fuera poco, albergan entre el 80 y 90% de la biodiversidad terrestre.
Con tantos beneficios que los bosques nos proveen, uno pensaría que se está avanzando en materia de protección y conservación, pues no, en el 2020 Colombia tuvo el segundo registro más elevado de pérdida de bosque primario en la Amazonia, casi 140.000 hectáreas deforestadas, 53% más que en 2019. Lo peor es que, según Manuel Rodriguez Becerra — uno de los mayores representantes del ambientalismo en Colombia — en la Amazonia, el 70% de los suelos deforestados se dedican a una ganadería de muy baja productividad. Datos importantes que nos recuerdan la gravedad de esta problemática: 1) El 20% de las emisiones de gases de efecto invernadero son causadas por la deforestación. 2) De la selva Amazónica — 60% de la selva húmeda mundial — , ha desaparecido el 20% en cerca de 50 años. ¿Ya entienden mejor la preocupación?
Hablemos muy rápidamente de otros ecosistemas, igual de importantes para el equilibro ambiental; empecemos por los páramos que tienen una capacidad singular para acumular agua por el tipo de vegetación y suelo que los componen, lo que hace que sean claves en el ciclo del agua, pues bien, Colombia cuenta con el 60% de los páramos del mundo. Pero, lastimosamente prácticas como la agricultura, la ganadería y la minería, han causado su degradación, la verdad es que no parece importar el cuidado de la biodiversidad. Por otro lado tenemos los humedales, que corresponden a cuerpos de agua, como: lagos y lagunas, marismas y estanques, ciénagas, arrecifes, estuarios, bordes de los lagos, áreas bajas que se inundan, entre otros. Pues también se encuentran en peligro, la mitad de los humedales interiores del planeta han desaparecido desde principios del siglo pasado, ¿nos sorprende? no, no nos sorprende.
Así, llegamos al agua, el elixir de la vida. Es fundamental que comprendamos que en el ciclo del agua, los diversos ecosistemas terrestres y acuáticos de tierra firme juegan un papel esencial, incluyendo: bosques, páramos, humedales interiores y altas montañas de nieves perpetuas. Retomando, el agua representa la posibilidad de la vida para la Tierra; el equilibrio y la salud de los ecosistemas y sus habitantes dependen de ella y, aunque el 70 % de la superficie del planeta es agua, solo el 2.5% es agua dulce y menos del 1% está disponible para consumo humano. Ahora, más de 2.1 millones de personas viven sin acceso a agua potable, 68,5 millones huyen de sus hogares por problemas para acceder a este recurso y otros 4.000 millones sufren de escasez al menos un mes al año. Uno se pregunta, si este es el panorama actual, ¿cuál será en unos 10 años?
Colombia es considerada potencia hídrica mundial con seis nevados y más de 48.000 humedales habitados por el 87% de la población. Sumado a esto, es el país con mayor precipitación promedio en profundidad del mundo con 3240 mm por año. Sin embargo, en materia de conservación no se ha avanzado lo suficiente: siete de nuestros ríos han sido declarados sujetos de derechos, pero realmente el único protegido es el Bita y el sitio Ramsar. El principal problema de los ríos en Colombia es la cantidad de basura que reciben a nivel industrial y particular, 918.670 toneladas de materia orgánica no biodegradable de la ganadería, minería y barrios construidos alrededor. Cabe resaltar que más del 80% de las aguas residuales del mundo, e incluso más del 95% en algunos países menos desarrollados, se libera al medio ambiente sin tratamiento.
Por supuesto existen otras amenazas a los cuerpos hídricos, proyectos como Hidrotuango, la ampliación vía Santa Marta - Barranquilla, actividades mineras en el Cerrejón y el golfo de Tribugá, proyectos que avanzan entre la corrupción y la excusa del desarrollo socioeconómico sin importar nada más. Afortunadamente no todo es malo, organizaciones como WWF están buscando conservar los hábitats de agua dulce en el Orinoco y Amazonas, protegiendo y restaurando cuencas mediante la declaración de nuevos sitios Ramsar (humedales designados como de importancia internacional bajo la Convención de Ramsar).
El agua es un bien público, pero se constituye como parte fundamental del patrimonio de la humanidad, su protección se lograría a partir del cuidado de las cuencas hidrográficas, la realización de campañas de revegetalización natural, el desarrollo de programas de reforestación, los proyectos agroforestales, el establecimiento de áreas protegidas que ayuden a conservar el agua de ríos y aporten a una mejor adaptación a los efectos del cambio climático. Sin embargo, Manuel Rodriguez Becerra, afirma en su libro “Nuestro planeta, nuestro futuro” que para enfrentar la problemática de escasez de agua no solamente es urgente proteger con mayor contundencia los ecosistemas asociados con el ciclo del agua y restaurar aquellos que se encuentran deteriorados, sino que también será necesario incrementar el uso de otras alternativas, como el mejor aprovechamiento de las aguas lluvias y las aguas subterráneas.
El agua debe entenderse como el eje articulador de todos los ecosistemas, ese elemento que da balance y vida a la biodiversidad y desarrollo. La sostenibilidad debe estar orientada a la preservación del agua, y así mismo todos nuestros esfuerzos si queremos seguir viviendo en este planeta. Pero en Colombia esto sólo se lograría si a nivel político se toma en cuenta este recurso como algo a cuidar y no como un recurso económico, actualmente el uso del agua doméstico es sólo del 8%, mientras que el agrícola se lleva el 47%, la energía el 22%. Por eso, usar nuestro poder en las urnas es elemental y apenas la responsabilidad mínima que tenemos como colombianos, ya que es el momento perfecto para cuidar nuestro recurso más preciado.
Fuentes:
https://www.wwf.org.co/que_hacemos/agua/
https://www.policia.gov.co/noticia/conservar-agua-es-responsabilidad-todos
https://www.larepublica.co/responsabilidad-social/que-hacemos-por-la-conservacion-del-agua-2844614
https://www.javeriana.edu.co/pesquisa/el-agua-recurso-de-la-vida/
https://caracol.com.co/emisora/2019/06/28/cartagena/1561676832_191086.html
https://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-418922
https://angelicalozano.co/wp-content/uploads/2017/06/La-Ley-del-Agua-en-Colombia.pdf?x66374
https://razonpublica.com/fracking-avanza-sin-garantias-ambientales-sociales-colombia/
https://es.mongabay.com/2020/07/deforestacion-colombia-2019-amazonia/
Nuestro planeta, nuestro futuro - Manuela Rodriguez Becerra
Sapiens - Harari
Autoras: Alejandra Santos y Andrea Gómez