La primera vez que trabajé en una agencia de publicidad, conocí el concepto "Fear of missing out" (y su abreviación FOMO), el cual significa ese miedo que le da a la gente perderse de algún evento, tendencia, movimiento, noticia, etc. En ese momento el concepto tenía todo el sentido para mi, ya que obviamente pensaba que todo el mundo iba a querer ir a la fiesta que todos sacaban en redes sociales con los tenis de la mejor marca que sacaron hace poco en collab con el futbolista más conocido, pues ¿por qué no habría de ser así? Para mi también era lógico vivir de esa manera, consumiendo siempre lo último que llegaba a los centros comerciales, lo que salía en la TV, sin saber de dónde venía, cómo se hacía, o ni si quiera de qué estaba hecho.
Tardé años, y tuve que emprender mi propia marca para darme cuenta que se podía pensar y vivir diferente. De pronto, surgió el concepto Joy of Missing Out -JOMO- o la alegría de no hacer parte de algo.
El concepto cobró el sentido para un estilo de vida lento, que propone consumir inteligentemente y con empatía, priorizando la salud mental, física y un cuidado al medio ambiente antes que el consumo y sus beneficios económicos.
No es sólo el hecho de quedarse en casa con una cobija y un buen té, mientras no te preocupa qué hace el resto de gente mientras estás feliz viendo tu serie favorita, se trata de estar fuera de un sistema de consumo que tiene unas reglas, y tú... de pronto saliste de la burbuja y te inventaste tu forma de vivir, y eres feliz con esto y estás construyendo algo súper valioso que te hace bien y de paso al planeta... ese planeta que nos da casa y comida.
Y tú, ¿cómo elegiste vivir tu vida?